Selección de candidatos por afinidad
El mercado laboral cada vez es más
competitivo, las empresas buscan la mejora continua de sus resultados, dando
paso a novedosos métodos de contratación con el fin de captar talento. Ahora,
junto a la experiencia profesional, la personalidad del candidato se valora
como un factor determinante en la decisión final.
La selección de candidatos por afinidad
es un método que analiza la inteligencia emocional
de los candidatos. Dejamos a un lado los méritos
conseguidos durante la experiencia profesional para hacer especial hincapié en
conocer cómo es la persona y en observar sus reacciones verbales y no verbales.
Se trata de un método que consiste en analizar las competencias, las
motivaciones y la personalidad de cada uno.
Para llegar a la decisión final en este
proceso de contratación es esencial definir el perfil de la vacante. Una vez se
conoce, el entrevistador debe estar preparado para analizar cómo es la inteligencia
emocional de los candidatos, ya que la información que se obtiene resulta
de verdadera importancia para el proceso de selección.
La selección por afinidad permite
conocer al candidato ideal para el puesto de trabajo que la empresa precisa.
Esto supone contratar a una persona cuyos objetivos individuales vayan en la
misma dirección que los de la propia compañía, que tenga unos rasgos personales
que se adecuen al entorno de trabajo y cultura corporativa; además de disponer
de habilidades determinadas para desempeñar las tareas que el puesto requiere.
La empresa necesita una persona que contribuya positivamente a la organización
en todos los aspectos. Por tanto, no vale únicamente con alguien que tenga
experiencia y habilidades; es necesario que sepa manejar correctamente las
relaciones interpersonales.
¿Cómo encontrar una persona que cumple
esos parámetros? Durante la primera toma de contacto con el candidato, el
entrevistador valorará actitudes que determinan su forma de ser como, por
ejemplo, si se trata de una persona extrovertida o introvertida, su sentido del
humor, cómo actúa ante situaciones de presión, etc. Esta información es
complementada con pruebas como los test proyectivos, que sirven para conocer el
comportamiento de los candidatos y, de forma indirecta, aspectos propios de su
personalidad.
Los continuos cambios que se producen en
el mundo laboral han favorecido que el factor emocional sea esencial
en la mejora de la productividad de las empresas. Una buena vinculación entre
los sentimientos del candidato y las necesidades de la compañía es sinónimo de
éxito.
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